< Blog

Por qué gastamos de más (y cómo evitarlo)

Gasto inteligente
Por qué gastamos de más (y cómo evitarlo)
Gasto inteligente

¿Quieres comprar menos? Empieza por comprender los mecanismos psicológicos que provocan el gasto excesivo. Y sigue leyendo nuestros consejos para evitarlo.

Una guía práctica sobre la psicología del comportamiento a la hora de comprar

A veces gastamos más de lo que deberíamos en cosas que necesitamos menos de lo que creemos. Si sientes la necesidad de recuperar el control sobre tu comportamiento a la hora de comprar, estás en el lugar adecuado. En esta guía práctica repasaremos el mecanismo psicológico del gasto excesivo. También te daremos algunos consejos prácticos para evitarlo.

Razones psicológicas por las que gastamos de más

Hay tres tipos principales de mecanismos psicológicos que conducen al gasto excesivo. Entre ellos se encuentran: los prejuicios que nos empujan a pensar a corto plazo, la preferencia por la contabilidad mental sobre el presupuesto real y la falta de conciencia sobre lo que hace que gastemos de más. Analicemos cada uno de ellos.

  • Sesgos del presente

Los sesgos del presente se producen cuando te centras demasiado en la gratificación inmediata, a menudo a expensas de las recompensas futuras. Por ejemplo, puede que quieras comprar un apartamento en el futuro pero derrochar en un artículo de lujo ahora mismo es más gratificante que ahorrar, así que te sientes fácilmente tentado a hacerlo. Este mismo mecanismo funciona a menudo cuando eliges un método de pago. Por ejemplo, si pagas con tarjeta de crédito, te permite centrarte en la gratificación inmediata de la compra y retrasar el dolor del pago. A menudo cedemos al sesgo del presente porque no tenemos un plan para alcanzar nuestros objetivos a largo plazo. Sin un plan para conseguirlos, los objetivos pueden parecer tan lejanos en el futuro que están casi más allá del poder de nuestro presente. Esto nos hace vulnerables al pensamiento a corto plazo y a las compras impulsivas.

  • Contabilidad mental

A menudo no llevamos la cuenta de nuestros ingresos y gastos. Como resultado, puede que no seamos plenamente conscientes de nuestra capacidad de gasto, lo que nos pone en riesgo de gastar más de lo que realmente podemos permitirnos. Incluso cuando somos conscientes de nuestro presupuesto, a menudo lo controlamos sólo mentalmente en lugar de hacerlo de forma sistemática o rastreable. Esto puede hacer que perdamos la visión de todo. Por ejemplo, podemos dividir mentalmente nuestro presupuesto en cuentas para comida, ropa, alquiler, etc. Cuando compramos algo (por ejemplo, una prenda cara) sólo justificamos el gasto en función de la cantidad que queda en la cuenta mental correspondiente. Sin embargo, a menudo no tenemos en cuenta los costes de oportunidad de cada compra individual. En otras palabras, al gastar mucho en ropa, puede que no hayamos superado nuestro presupuesto mental para ropa, pero hemos perdido la oportunidad de cubrir un poco la deuda de la tarjeta de crédito que también tenemos. Este es el tipo de ceguera a gran escala que se produce como consecuencia natural de hacer el presupuesto sólo en la cabeza.

  • Desconocimiento de los factores desencadenantes de la compra

El comportamiento de compra es similar a otros comportamientos habituales en el sentido de que tienes sus desencadenantes individuales. Tal vez para ti estar con un amigo en particular sea un desencadenante de las compras. Para otros, puede ser algo más: un estado de ánimo, un entorno, un momento del día. No ser consciente de qué es lo que te lleva a comprar más, te hace vulnerable a repetir ese comportamiento.

por que gastamos de mas

Consejos para evitar el gasto excesivo

He aquí algunas ideas que te ayudarán a controlar tus gastos además de ser fáciles de poner en práctica al instante.

  • Consejo nº 1: Establece metas para tus objetivos a largo plazo

La mejor manera de hacer que los objetivos a largo plazo parezcan menos lejanos es crear metas para llegar a ellos. Por ejemplo, si quieres comprar una casa dentro de 10 años, márcate un objetivo de ahorro para cada año. Eso te dará una razón tangible para decir no a las tentaciones de compra impulsiva. Y, lo que es igual de importante, alcanzar tu meta cada año te dará un orgullo y una gratificación que durarán más que cualquier compra impulsiva.

  • Consejo nº 2: Lleva un control real de tu presupuesto y tus gastos

Esta es fácil: si quieres gestionar mejor tu presupuesto, deja de hacerlo en tu cabeza. En su lugar, haz una simple hoja de cálculo (por ejemplo, utilizando esta plantilla de presupuesto mensual). O, mejor aún, utiliza una aplicación de gestión de gastos. Algunas de las más populares en España son Fintonic, Mooverang, Monefy y Weplan, pero hay un montón de opciones ahí fuera. Una app es mejor que una hoja de cálculo porque tu teléfono está contigo todo el tiempo. Es más probable que te ciñas al seguimiento de tu presupuesto si no te supone ningún esfuerzo (y si viene con prácticos recordatorios y notificaciones).

  • Consejo nº 3: Anotar tus compras a diario en una agenda

No, no es como en el instituto. Un diario de compras lo utilizarías para tomar algunas notas cuando sientas el impulso de comprar algo. Anota la hora del día, con quién estás, dónde estás, qué música suena en la tienda y cualquier otra cosa que parezca relevante. Después de unos días o semanas de hacerlo, descubrirás los patrones que te hacen más propenso a gastar de más. A continuación, puedes empezar a eliminar los desencadenantes de tu comportamiento de compra. Por ejemplo, puede que te des cuenta de que cada vez que tienes la tarjeta de crédito encima, te sientes animado a gastar más de lo que gastarías en efectivo. Si ése es tu desencadenante, puedes plantearte dejar la tarjeta de crédito en casa o cambiarla por una de prepago. En una tarjeta de crédito de prepago no puedes acumular deudas y sólo puedes gastar lo que ya has prepagado.

¿Más consejos para ahorrar? Consulta algunas ideas que te ayudarán a gastar menos en tu factura de móvil.

 


Escrito por

Kristina Kalpaklieva